Algunos dicen que es un paraíso, otros, que es un infierno.
Lo cierto es que todos tenemos un inicio y un final. Hay que vivirlo al máximo ese trayecto llamado vida, en este paraíso infernal llamado Warachaqui.
Cierto día, un niño temeroso de sí mismo, llamado ashmankarata, decidió salir por vez primera hacia lo que el consideraba un paraíso exótico.
"Acá en mi pueblo la gente come de todo, se comparten todo y además son buenas personas, pero es hora de partir" mencionó.
Ashmankarata iba hacia el paraíso exótico, el cual soñaba todos los días al acostarse en su colchón de pétalos verdes, acurrucado junto a su madre, la cual le cantaba al oído unos yaravíes tan bellos como las estrellas del cielo azul.
!Pero que es esto, por la gracia divina! exclamó el pequeño cuando llegó a su "paraíso exótico".
Se le acercó una niña, de pelos rizados, pelirroja y con muchas pecas, las cuales tapaban sus pómulos color canela. Su nombre era Julieta.
"Acá en mi congestionada ciudad nadie te conoce, y si te conocen, te mienten, si te roban, nadie te ayuda.....".
Ashmankarata la interrumpió diciéndole:
Pero y el paraíso exótico que tanto soñaba, ¿dónde está?
Ah ese paraíso está muy lejos, esta ciudad se llama Licha Torres ¿tú de donde vienes?
Fragmento del libro "Tres tristes niveles comen trigo en suciedad" de Carlos Acosta Cardoza. Pág 52.
martes, 8 de septiembre de 2009
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